Comentario
El aspecto que ofrece la vida económica a través de las tablillas, junto a la realidad política descrita y a los datos de la arqueología, permite definir la economía micénica como de tipo tributario, con la producción en manos de un da-mo, equivalente al demos clásico que, como éste, alude tanto al territorio como a la población que lo habita, posiblemente equiparable a la aldea. Las tablillas sólo se interesan directamente por él por motivos religiosos. La tierra aparece controlada a través de varios sistemas. La ke-ke-me-na ko-to-na se identifica con la tierra común, mientras que la ki-ti-me-na ko-to-na se define como privada o adjudicada según los casos. De cualquier manera estaría bajo el control directo de los poderosos. Por otra parte, la tierra regia o sagrada se define como te-me-no, identificable con el témenos que en Homero puede poseer igualmente el rey o incluso concedérselo a alguien particularmente, pero que en general define sobre todo los campos consagrados a las divinidades y explotados en beneficio de los sacerdotes de su templo.
El sistema ha permitido igualmente el desarrollo de las actividades metalúrgicas y de la artesanía, capaz de producir objetos de valor y de establecer relaciones de intercambio de productos de lujo. En las tumbas se hallan objetos de procedencia exótica, de Egipto, de Creta y de Asia, mientras que cada vez es más frecuente encontrar restos de cerámica micénica en amplias zonas del Mediterráneo.
Sin muchos detalles, puede decirse también que la sociedad corresponde aproximadamente a ese tipo que suele definirse como asiático u oriental, en que la masa de la población trabaja la tierra, en producción controlada por aparatos fuertes que centralizan en torno al rey y al templo una clase poderosa, al mismo tiempo vinculada al rey por lazos sutiles de clientela que dan solidez al entramado y se expresan sobre todo en la guerra. Aquí el rey centraliza igualmente las fuerzas de la masa del laós, o damo transformado en ejército, en el que se permite la actuación individual de guerreros sobresalientes, capaces de llevar la parte del pueblo que les corresponde, de dirigir las campañas y de realizar acciones específicas, aunque no sólo proporcionan teóricamente la victoria sino que además consolidan su poder sobre las masas.
No está claro si en la realidad alguno de los reinos micénicos llegó a concentrar tanto poder como para configurar un estado territorial fuerte. Así, aparece en "La Iliada" como mando unificado en Micenas, al menos con el objeto de llevar a cabo la campaña militar contra Troya. Los datos arqueológicos y epigráficos de las tablillas sólo permiten asegurar la existencia de poderes identificados con los grandes centros arqueológicos: Tirinto, Micenas, Argos, Atenas, Cnosos, Tebas, Gla, algunos conocidos por la literatura y la arqueología, otros, como Ga, sólo por la arqueología mientras no pueda identificarse con ninguno de los lugares mencionados en las fuentes.